lunes, 27 de septiembre de 2010

TÚ, MI DEBILIDAD



Mírame, me dijiste e incáuta de mi, te miré.
¡Por qué tuve que mirarte!, aun me lo sigo preguntando.
Movida por un sentimiento abrasador me encontré,
perdida entre tu cuerpo que sin vestiduras ante mi te lucías.

Y sigo cayendo ante ti una y otra vez sin que mi cuerpo me responda.
Como si de títere se tratara, me dominas y cautivas hasta verme
frente a ti cegada de pasión, esperando que de un suspiro tuyo
en jalea me conviertas.

Tócame, me dijiste, e incáuta de mi, te toqué.
¡Por qué tuve que tocarte!, aún me lo sigo preguntando.
Palpitaban mis dedos al roce de tu piel y con ternura
deposité una hilera de besos que hasta tu vientre bajé.

Y ver que oleadas de escalofrios invadían tu cuerpo,
es mi dicha, mi venganza pues ante mi doblegarás y
como brote en flor abre sus pétalos, tú, alojarás en mi,
tu nectar más preciado.

¡Desnúdate!, me dijiste...y esta vez no fui incauta.


Silvi

viernes, 24 de septiembre de 2010

EN LA OSCURIDAD



Entre sueños me desvelo descubriendo en mi interior,
como olas que rompen en las rocas, un desaforado intento
de lucha entre mi descanso y este tumultuoso deseo de despertar.

Y entre susurros oí una voz, como un suspiro me dijo:
-Deja que sea tu fantasía, mi amor-
Por arte de magia una puerta llena de colores se abrió destapando
mi conciencia, haciendome volar entre nubes de algodón y una suave
brisa de locura.
Plumas tersas surcaban mi piel y se deslizaban por mis piernas
subiendo intrépidamente alcanzando cotas mayores.
Como un aura hermosa me iba cubriendo todo el cuerpo y
entre suspiros una sombra imponente cubrió mi vientre, que
despojando los hermosos cálamos, me ví desnuda ante un
celestial ser que en un hilo de voz me habló:

-Vén y deja que te cobije en mi-
Yo extendí mis brazos, como largas eran sus alas que en
ese momento me albergaba, para otorgar su paso.
Estrellas atravesaban por mis ojos cuando un penetrante
éxtasis me ensartó el interior de mi carnal cuerpo.
Sentí cómo se rasgaba mi fuero interno dando paso
a un fulgor intenso por mis poros, cegando por completo mis sentidos,
que entre gemidos húmedos de pasión me trajo nuevamente
a mi desvelo, abriendo mis ojos a la realidad...
donde te encontrabas rodeándome con tus brazos...
tú,... mi ser celestial.


Silvi