Mírame, me dijiste e incáuta de mi, te miré.
¡Por qué tuve que mirarte!, aun me lo sigo preguntando.
Movida por un sentimiento abrasador me encontré,
perdida entre tu cuerpo que sin vestiduras ante mi te lucías.
Y sigo cayendo ante ti una y otra vez sin que mi cuerpo me responda.
Como si de títere se tratara, me dominas y cautivas hasta verme
frente a ti cegada de pasión, esperando que de un suspiro tuyo
en jalea me conviertas.
Tócame, me dijiste, e incáuta de mi, te toqué.
¡Por qué tuve que tocarte!, aún me lo sigo preguntando.
Palpitaban mis dedos al roce de tu piel y con ternura
deposité una hilera de besos que hasta tu vientre bajé.
Y ver que oleadas de escalofrios invadían tu cuerpo,
es mi dicha, mi venganza pues ante mi doblegarás y
como brote en flor abre sus pétalos, tú, alojarás en mi,
tu nectar más preciado.
¡Desnúdate!, me dijiste...y esta vez no fui incauta.
Silvi
¡Por qué tuve que mirarte!, aun me lo sigo preguntando.
Movida por un sentimiento abrasador me encontré,
perdida entre tu cuerpo que sin vestiduras ante mi te lucías.
Y sigo cayendo ante ti una y otra vez sin que mi cuerpo me responda.
Como si de títere se tratara, me dominas y cautivas hasta verme
frente a ti cegada de pasión, esperando que de un suspiro tuyo
en jalea me conviertas.
Tócame, me dijiste, e incáuta de mi, te toqué.
¡Por qué tuve que tocarte!, aún me lo sigo preguntando.
Palpitaban mis dedos al roce de tu piel y con ternura
deposité una hilera de besos que hasta tu vientre bajé.
Y ver que oleadas de escalofrios invadían tu cuerpo,
es mi dicha, mi venganza pues ante mi doblegarás y
como brote en flor abre sus pétalos, tú, alojarás en mi,
tu nectar más preciado.
¡Desnúdate!, me dijiste...y esta vez no fui incauta.
Silvi